Espero que algún día me leas.
Espero algún día te des cuenta de cuanto lo ame,
que hagas las cuentas,
que te caiga el veinte.
Que la realización del empalme entre nuestras existencia simultánea te caiga como una cubeta de agua helada. Y que sepas, que aunque nada de esto fue tu culpa, te odio. (Te perdono, también.)
Yo estuve y aun estaba cuando llegaste. Incluso cuando ya no me veas, cuando pienses que me he borrado de la narrativa y mis besos de su clavícula y mi aroma de las sabanas, estaré. No importa cuanto las laves. No importa cuanto lo beses. Siempre estaré.
No comments:
Post a Comment